Aunque
la Psicología Escolar se remonta a principios de siglo, la figura del psicólogo
que trabaja en contacto directo y continuo con la escuela y los profesores no
alcanza cierto nivel de generalización y de profesionalización hasta los que siguen a la segunda guerra mundial
(39-45).
En 1454, la APA (Asociación Psiquiátrica
Americana) agrupo un amplio espectro de profesionales relacionados con el tema,
con el fin de precisar los roles del psicólogo escolar y los requisitos que debía
cumplir su formación. La reunión conocida con el nombre de The Thayer Conference propuso en sus conclusiones que los
psicólogos profesionales debían asumir las funciones siguientes:
- Valorar
e interpretar el desarrollo intelectual, social y emocional de los niños.
- Ayudar
a identificar a los niños excepcionales y colaborar con otros
profesionales en la elaboración y aplicación de programas educativos
individuales.
- Desarrollar
medios para facilitar el aprendizaje y ajuste de todos los niños.
- Potenciar
y realizar investigaciones, así como interpretar los resultados de
investigaciones que sean aplicables para la solución de problemas
escolares.
- Diagnosticar
problemas personales y educacionales y recomendar programas adecuados para
su tratamiento.
Más
tarde, en 1964, otra reunión conocida con el nombre de The Bethesda Conference, proponía distinguir cuatro tipos de
psicólogos escolares: P. clínico tradicional, el ingeniero en cuestiones
humanas y el especialistas en técnicas de cambio comportamental; reconociéndose
así la variedad de funciones que puede llegar a desempeñar este profesional.
En
1979, Monroe también consideró las diversas funciones que estaba llamado a
desempeñar el psicólogo escolar como un continuo que va desde el trabajo
directo con los niños hasta el trabajo directo con los adultos que se
encuentran en contacto directo con los niños:
- Funciones
de orientación, consejo y terapia.
- Funciones
de evaluación psicopedagógica.
- Funciones
de consulta.
- Funciones
dirigidas a la institución.
- Funciones
de investigación.
Es
importante destacar la afirmación de Monroe de que muy pocos psicólogos
escolares desempeñan simultáneamente estos cinco tipos de funciones; la mayoría
limitan sus actuaciones a dos o tres, El Ministerio de Educación y Ciencia de
Gran Bretaña daba a conocer en 1968 un informe titulado Psichologists in Education Services: The Summerfield Report, en el
que constataba que “la variedad, más que la uniformidad, caracteriza las pautas
de trabajo” y que “las destrezas de los psicólogos de la educación pueden por
lo tanto desplegarse de maneras muy diferentes”. Es por ello por lo que nos encontramos
con la variedad de funciones que nos presentan los diversos estudiosos del
tema, y algunos a una.
La
experiencia demuestra que todos los servicios psicopedagógicos, ante la
imposibilidad material de cumplimentar todas las funciones y tareas que le son
asignadas, terminan por operar una restricción. De este modo, lo que es la
psicología escolar en su conjunto se concreta en la práctica en modelos de intervención
regionales, distintos y mutuamente excluyentes en la medida en que adoptan cada
uno de ellos prioridades contrapuestas en las funciones y tareas a desarrollar.
Podemos
decir entonces, por lo anteriormente mencionado, que el psicopedagogo es un
profesional que se ocupa del ser humano, sano o enfermo, en situación de
aprendizaje. Puede desarrollar sus actividades en el ámbito de la salud y de la
educación, con el objeto de obtener mejores logros del individuo y de la
comunidad en la que se desenvuelve.
Al
decir que se ocupa del sujeto en situación de aprendizaje no sólo se refiere al
proceso sistemático desarrollado por diferentes instituciones como particulares
exigencias, sino también se ocupará del sujeto en procesos de aprendizaje
asistemático, ofreciendo alternativas de atención en todas las etapas del
desarrollo, desde la estimulación temprana
hasta abordajes terapéuticos en la tercera edad.
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